¿Qué radiadores elegir para mi calefacción?

Elegir los radiadores adecuados es una decisión clave en cualquier sistema de calefacción. No solo influye en el confort térmico, sino también en el consumo de energía y la eficiencia del equipo. En Naturclima llevamos más de 20 años instalando y asesorando sobre sistemas de calefacción en viviendas de Granada y Jaén, por lo que conocemos bien las necesidades reales de cada tipo de espacio y de climatología. A continuación te explicamos qué tener en cuenta para elegir el radiador más adecuado y cómo calcular la potencia necesaria según cada estancia.

¿Qué radiadores elegir para calefacción?

¿Cómo funcionan?

Funcionan de manera simple: el agua caliente de la caldera o bomba de calor pasa por el radiador, que transfiere ese calor al aire del lugar. Este proceso puede ser por radiación y/o convección, dependiendo de la temperatura del agua y el diseño del radiador.

¿Qué radiadores elegir?

Elegir radiadores no es solo decidir el modelo que más nos gusta: el tipo de radiador debe adaptarse al sistema de calefacción, al tamaño de la vivienda y a la temperatura de trabajo del equipo (caldera, aerotermia, etc.). Un emisor mal elegido puede provocar que la casa no alcance la temperatura deseada o que el sistema consuma más energía de la necesaria.

  1. Tamaño y aislamiento de la vivienda
    • Viviendas pequeñas o bien aisladas: Suelen necesitar menos potencia térmica, por lo que los radiadores de aluminio son una opción eficiente y económica.
    • Viviendas medianas y grandes: Requieren mayor superficie emisora. En estos casos es recomendable calcular la potencia necesaria estancia por estancia (normalmente entre 60 y 100 W por m² dependiendo del aislamiento y orientación).
  2. Clima de la zona
    • Zonas templadas: Como zonas costeras o interiores suaves, los radiadores de aluminio o acero funcionan correctamente con calderas o aerotermia.
    • Zonas frías: Se recomienda aumentar el tamaño del radiador o elegir modelos de mayor inercia térmica, como hierro fundido o radiadores de baja temperatura sobredimensionados.
  3. Sistema de calefacción existente
    • Caldera de gas o gasoil: Admite radiadores de aluminio, acero e incluso hierro fundido. La temperatura del agua suele estar entre 60 y 75 ºC, por lo que no es necesario sobredimensionar.
    • Aerotermia: Funciona con agua a baja temperatura (35–45 ºC). Para este sistema se recomiendan:
      • Radiadores de baja temperatura (mayor superficie emisora)
      • Fan coils / radiadores con ventilación asistida (turbofans)
      • Suelo radiante si se plantea una reforma completa
  4. Material del radiador
    • Radiadores de aluminio: Buena relación entre tiempo de calentamiento y eficiencia. Son los más utilizados en viviendas actuales. Ligeros y rápidos.
    • Radiadores de acero: Más estéticos y disponibles en diseños verticales y planos. Buena emisividad y estabilidad térmica.
    • Radiadores de hierro fundido: Alta inercia térmica. Tardan más en calentar, pero mantienen el calor durante más tiempo. Buena opción en estancias donde se busca calor constante sin picos.
  5. Estética y distribución
    • Radiadores verticales: Aprovechan paredes estrechas. Útiles en salones y pasillos.
    • Radiadores toalleros: Ideales para baños, aportan confort y secado de toallas.
    • Suelo radiante: La opción más discreta y eficiente con baja temperatura, aunque requiere obra.

Recomendación práctica: Antes de elegir un radiador, determina la potencia necesaria. Como orientación general, una estancia de 12 m² ubicada en una zona fría puede necesitar aproximadamente 800 – 1.200 W. Si el sistema es aerotermia, conviene aumentar esta potencia o usar radiadores de baja temperatura.

En Naturclima realizamos estudios de calefacción en viviendas de Granada y Jaén, calculando la potencia necesaria para cada estancia y recomendando el tipo de radiador más adecuado según el sistema de calefacción y el uso real de la vivienda.

Radiadores de agua para calefacción

El sistema de caldera de gas con radiadores es uno de los más utilizados para calefactar viviendas. Los radiadores de agua actuales funcionan muy bien con calderas de condensación y también con sistemas de aerotermia, que trabajan a baja temperatura. Elegir el tipo adecuado y dimensionarlo correctamente es clave para garantizar un buen rendimiento y un consumo eficiente.

La instalación debe realizarla un profesional para asegurar una correcta distribución del calor, evitar pérdidas y garantizar la seguridad del sistema.

Tipos de radiadores de agua

  • Radiadores de acero: Calientan de forma uniforme y tienen buena inercia térmica. Son resistentes, duraderos y están disponibles en una gran variedad de diseños, incluidos modelos verticales y planos para optimizar el espacio.
  • Radiadores de aluminio: Se calientan más rápido y son ligeros, lo que facilita su instalación. Tienen una buena relación entre emisión por convección y radiación, y son una opción muy común en viviendas por su eficiencia y coste equilibrado.
  • Radiadores de hierro fundido: Ofrecen una alta inercia térmica: tardan más en calentarse, pero también mantienen el calor durante más tiempo. Son muy duraderos y aportan un estilo decorativo clásico o “vintage”, aunque suelen ser más costosos y pesados.

En Naturclima ayudamos a elegir los radiadores que mejor se adaptan a cada vivienda y sistema de calefacción, teniendo en cuenta la potencia necesaria por habitación, el tipo de instalación y el nivel de aislamiento. Trabajamos en Granada y Jaén realizando tanto la elección de los radiadores como la instalación completa si se necesita.

Radiadores eléctricos

Los radiadores eléctricos se conectan directamente a la red eléctrica y emiten calor al ambiente. No requieren una instalación compleja; solo necesitas atornillarlos a la pared y enchufarlos.

Son fáciles de instalar, mantener y permiten controlar la temperatura de cada habitación con válvulas termostáticas. Son rentables para climas templados con consumo medio de calefacción.

Potencia de los radiadores

Es importante calcular cuántos radiadores y cuánta potencia necesitas. Este cálculo depende del tamaño de la habitación (en metros cúbicos), la zona climática, la orientación y el aislamiento de la vivienda.

Radiadores de baja temperatura

Si tienes un sistema de aerotermia en lugar de gas o electricidad, necesitarás radiadores de baja temperatura. Estos funcionan con agua a unos 50-60 grados, más bajos que los convencionales que usan entre 70 y 80 grados.

En los radiadores de baja temperatura, el calor se transmite principalmente por convección directa, no por radiación que viaja por la habitación.

Una desventaja es que estos radiadores necesitan más superficie para emitir la misma cantidad de calor que los convencionales, por lo que son más grandes. Algunos modelos vienen con ventiladores para compensar esto.

Usar radiadores de baja temperatura con generadores eficientes como calderas de condensación o bombas de calor, junto con válvulas termostáticas, reduce las emisiones de CO2 y ahorra energía y dinero.

Estos radiadores se ajustan rápidamente a cambios de temperatura exterior o número de personas en la habitación, aprovechando mejor el calor gratuito disponible.

Tipos de radiadores según la estética

  • Radiadores toalleros: Ideales para baños, permiten colgar y secar toallas mientras calientan el ambiente. Pueden ser de gas natural o eléctricos.
  • Radiadores planos: Diseñados para ocupar poco espacio, son perfectos para pasillos u áreas pequeñas.
  • Radiadores verticales: Modernos y estéticos, liberan espacio en la pared para muebles. Pueden ser bastante altos comparados con los radiadores horizontales.

Según su instalación

  • Monotubo: Los radiadores se conectan en serie usando una sola tubería. El agua caliente pasa por cada radiador sucesivamente, por lo que los últimos radiadores del circuito pueden estar más fríos que los primeros.

Esquema calefacción monotubo

  • Bitubo: Los radiadores se conectan en paralelo a la caldera mediante dos tuberías separadas. Esto permite que el agua caliente vaya directamente al radiador y luego regrese fría sin pasar por los otros radiadores. Es más costoso de instalar pero más eficiente en el uso de energía.

Esquema calefacción bitubo

Tipos de emisores térmicos

Los emisores térmicos son una alternativa a la calefacción por caldera y radiadores tradicionales. Funcionan con electricidad y están pensados para aportar confort sin necesidad de una instalación compleja. La elección depende del nivel de aislamiento, del uso de la vivienda y del coste de la energía. A continuación se resumen los principales tipos y cuándo conviene cada uno.

  • Emisores secos: Utilizan una resistencia eléctrica que calienta directamente el cuerpo del radiador. Se calientan rápido, por lo que son adecuados para estancias que se usan por periodos cortos o intermitentes. Los modelos más avanzados incluyen programación horaria, detectores de ventanas abiertas y control digital.

    Cuándo convienen: Viviendas bien aisladas, habitaciones de uso discontinuo.

    Consumo: Elevado si se utilizan muchas horas al día.

    Coste orientativo: 60–180 € por equipo según tamaño y funciones.
  • Emisores de fluido térmico: Contienen un líquido interior que se calienta con resistencias. Retienen mejor el calor que los emisores secos, ofreciendo una sensación térmica similar a los radiadores tradicionales.

    Ventaja: Calor más estable y uniforme.

    Integración: Disponible en diferentes colores y formatos, e incluso con control WiFi para segunda residencia.

    Consumo: Más eficiente en uso continuo que un emisor seco.

    Coste orientativo: 100–300 € según potencia.

    Relacionados: Dentro de los emisores con fluido también se engloba el suelo radiante por agua, aunque este se alimenta con caldera o aerotermia. Es la opción más eficiente y confortable, pero requiere obra.
  • Emisores cerámicos: Incorporan un bloque cerámico que almacena calor, por lo que combinan calentamiento rápido y buena inercia térmica.

    Ideales para: Salones, dormitorios y estancias de uso prolongado.

    Funcionalidades habituales: Control por WiFi, programación semanal, sensores de presencia y modos eco.

    Consumo: Más eficientes si se usan varias horas continuas al día.

    Coste orientativo: 120–350 € por unidad según potencia.
  • Radiadores de infrarrojos: Transmiten calor por radiación directa, calentando personas y superficies en lugar del aire.

    Uso recomendado: Baños, zonas donde se necesita calor rápido o espacios exteriores como terrazas.

    Ventaja: Calor inmediato.

    Limitación: No mantienen temperatura cuando se apagan; poco eficientes para calentar una vivienda completa.

    Precio orientativo: 60–250 €.
  • Convectores eléctricos: Calientan el aire de la estancia y lo distribuyen por circulación natural o con ventilador.

    Ventaja: Calentamiento rápido.

    Limitación: Pierden calor en cuanto se apagan, por lo que son adecuados solo para uso puntual.

    Ideal para: Habitaciones esporádicas o climas templados.

    Coste orientativo: 40–150 €.

Recomendación práctica: Si la vivienda se usa a diario y se busca un consumo más bajo, suele compensar un sistema de caldera o aerotermia con radiadores o suelo radiante. Los emisores eléctricos son recomendables para viviendas pequeñas, segundas residencias o estancias puntuales.

En Naturclima estudiamos el tipo de calefacción más adecuado según el aislamiento, el uso de la vivienda y el sistema existente. Trabajamos en Granada y Jaén y podemos ayudarte a elegir la opción más eficiente para reducir consumo y ganar confort.

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